Domingo en la Neo

Están tan lindos los nenes que podría afirmar sin temor a equivocarme que nuestros hijos son los más lindos del mundo; que digo del mundo, del universo habitable. Nos envuelve a los cinco un amor tan pero tan grande que es imposible definirlo con palabras, ni lo intento porque me quedaría corta.
Hoy, domingo, tuvimos a las nenas en brazos. A Santi todavía no lo dejan salir ni un minutito de la incubadora, pero en líneas generales está mejor, ya toma leche también aunque poquita porque recién está atravesando el acostumbramiento.

Ella la tuvo a Abril en sus brazos, y yo a Jazmín. Apenas las pudimos sentir respirar sobre nosotras ya estaban las dos intentando aferrarse a la piel de sus mamis… La misma sensación al unísono; la guardé como foto en un pestañeo.

Cuando la veo a Ella sostener a UPA a una de nuestras hijas, me vuelvo a enamorar como la primera vez. Encuentro el sentido de este ir hacia delante. Entiendo por qué nos seguimos eligiendo, recuerdo por qué decidimos traer hijos al mundo y por qué nuestra historia pase lo que pase siempre va a tener un final feliz. Es tan simple que por momentos lo olvido. Me quedo conmovida. Por unos minutos no me sale comenzar ninguna conversación.

Parte de hoy: Abril está ya tomando su leche de mami, y toma 12 ml cada dos horas, cosa que es una barbaridad!!! Y por ahí mañana se la vuelven a subir.
Jazmín, viene aumentando su dosis y va por los 8 ml cada dos horas. Santi empezó hace poquito también con la leche y toma 1ml cada dos horas.
Están bien, están creciendo, aumentando de peso, y por supuesto con algunas dificultades propias de los prematuros, pero van bien. Santi mejoró mucho, respira mejor y casi no está precisando oxígeno extra. Esos son mis pollos, nuestros pollos y creo que ya comprendieron la premisa de esta familia. Por sobre todas las cosas esta va a ser una familia feliz, incluso para enfrentar las dificultades.

A veces me pierdo en la vorágine diaria de la Neo, y no sé de dónde sacamos fuerzas. Es esta cosa de saber que falta tanto para que nos lo podamos llevar a casa… tenemos por lo menos para dos meses… Pasamos de la euforia a la depresión absoluta en cuestión de horas - que es lo que hay entre un parte médico y otro, que además para nosotras son tres partes cada vez.

Otras veces, me alcanza una especie de rayo que me atraviesa el alma y me inunda de convicción: son ellos, los que por sobre todas las cosas nos dan esa fuerza. Y somos nosotras que nos tenemos tanto que sentimos que eso debiera traernos alguna ventaja. Creo que no nos equivocamos.

pd: la foto es mi brazo con las pulseritas que te ponen en el parto, y que llevan cada uno de los bebés; no me las puedo quitar hasta que los bebés salgan de la neo.