26 abr 2012

Delicias de la vida cotidiana

Santi Jugaba en mi compu a un juego on line de adivinanzas que lo tenía embelesado. Abril lloraba a mares sentada frente al monitor de Andre, no podía encontrar el mismo jueguito que había encontrado su hermano.
Pasaron unos minutos desde que Abru se puso a llorar. Santi se levantó, fue hasta donde estaba Abril, le dijo: "Pero si yo te ayudo,  Abril" . Y en tres clicks,  le mostró la ruta para llegar a la página que el estaba jugando. "Ves que no tenías que llorar, si yo te ayudo".
 Abril dejó de llorar. Se secó los mocos con el buzo, sonrió.  Después le dió un beso en la cabeza : " Que amable , Santi, gracias, siempre te voy a llamar". "De nada, Abril, no llores más", afirmó con voz de payaso y se rieron , y se abrazaron dando vueltas en círculo y se cayeron al suelo,  y tres segundos después se empezaron a pelear porque Santi la abrazó demasiado fuerte.

6 comentarios:

JulietaP dijo...

Lindas y lindos! Que divina manera de vivir la vida con amor. Las y los quiero aunque no los conozca inperson besos gigantes

NuBadi dijo...

Pero no puedo creer que esa sea abril. Están taaaaaaaan grandes. ¿ Cuando paso eso?

Alexa dijo...

Divino y divina! de otro mundo, que hermosores!besos de tia babosa
alexandra

Clau dijo...

¿Porqué son tan dulces? :-) que lindos los trillis

Núria y Luisa dijo...

Madre mía, pero están enormes.
Un abrazo grande desde el otro lado del mundo

ANDREA dijo...

Chicas, tambien tengo trillizos, de tres años, y las sigo desde el reposo antes del parto. Me emociona cada historia y esta en particular es casi "figurita repetida" en casa... hay amores que matan!!!! Dulces totales!