Como nos conocimos - by Silvi -

(Mar del Plata -1992)

Era en agosto del 92, el ritmo tibio de la primavera que marchaba.

En los clasificados de la revista “La Maga” encontré un curso de locución que me pareció que me podía ayudar para ingresar y aprobar el examen de algunos de los tan temidos institutos de Locución, por ese entonces sólo el ISER Y el COSAL.

El día de comienzo me pesqué una gripe que no era la H1n1, pero me dejó de cama mal. Tuve que esperar dos semanas más para poder empezar. Estaba ansiosa. Mientras tanto, ocupaba mis horas estudiando para los exámenes de la facultad. Para esa época estaba haciendo el CBC para Letras.

Llegué al lugar, por el barrio de Saavedra, nos recibió Sergio, éramos como diez o doce personas. “La locutora no llegó todavía, pero ya viene”, dijo. Y todos alrededor de una mesa nos miramos las caras con gesto de circunstancia Llovía y la tarde de sábado olía a gris y a tierra mojada. Al fin llegó.

Entró con campera de lluvia verde fosforescente, rulos mojados y ojos chispeantes.

- Hola, aunque no parezca, yo soy la profesora – soltó canchera, antes que cualquiera pudiera sacarle alguna ficha.

¿Y a esta, qué bicho le picó?, pensé. Encima que llega tarde se hace la graciosa…

Todos nos reímos, y la clase empezó tranquila y con relax para que la voz se suelte mejor.

Al momento de presentame, se me pusieron los cachetes al rojo vivo, mente en blanco, con las palabras abarrotadas en algún lugar del cerebro, así que lo hice lo mejor que pude. Soy tímida más bien, y el que no me conoce puede pensar que soy un tanto agreta.

- Bueno, yo soy Silvina… estudio Letras, y hago teatro… - dije, con voz temblorosa.

A lo que ella respondió sin dudar y en tono socarrón.

-  No te preocupes, ya se te va a pasar.

A qué se refería, no lo supe. Si lo que se me iba a pasar era la timidez, el estudio de letras o la práctica del teatro...

Yo tenía un novio por ese entoces, pero ella no lo sabía...